¡Glorioso Villarreal!

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Gdansk quedará para siempre como lugar de peregrinación para un Villarreal estoico que se ha ganado el derecho de sentarse en la mesa de los más grandes del continente tras alzar la Europa League. La primera de su historia frente a un rival titánico como el United. Con la épica de una prórroga de por medio y una tanda de penaltis agónica y eterna, sentenciada por el fallo en el tiro definitivo de De Gea, que pudo haber cavado su propia tumba en Old Trafford. El destino quiso recompensar esta vez a un equipo provinciano que, sin embargo, no tiene techo. Ganó con los pies y con el alma. Emery y sus chicos son eternos.

Rulli se erigió en protagonista y héroe de una final decidida con gran suspense. Se resistieron ambos a fallar hasta que llegó la muerte súbita. Se lanzaron veintidós penaltis hasta que el arquero madrileño erró el último, obligado a asumir la responsabilidad después de que todos sus compañeros marcaran anteriormente. La presión, inhumana, le pasó factura. Y el Villarreal【camisetas del Villarreal baratas】, heroico, se lleva un título que además le conduce el año que viene a la Champions.

Fue admirable la capacidad que tuvo para contener al United, acastillado durante buena parte del primer tiempo. No hubo mejor guardián que Albiol, el más veterano en la trinchera. El equipo de Emery dejó al descubierto algunas grietas pero supo corregirse sobre la marcha. También fue encomiable el esfuerzo de Foyth, herido en el arranque. El argentino se llevó un golpe fortuito de Pogba que le abrió una brecha, aunque no le hizo dimitir de la final.

Más entero sobre la cancha, el United empezó mejor pero no llegó a materializar ninguna de sus llegadas. Echó de menos a Bruno Fernandes, un tanto incomunicado. Y de poco le sirvió a Solskjaer recolocar a Pogba junto a McTominay en detrimento de Fred, suplente en Polonia. Tuvo varias pérdidas el Villarreal, ninguna castigada por el cuadro de Manchester, que no pasó del terreno de la insinuación. Su rival, en cambio, pasó al ataque en cuanto vio la oportunidad.

Fernando Roig, obligado a volver a casa por culpa del riguroso protocolo sanitario,reclutó a Emery para noches como esta. Pocos ganan al entrenador de Hondarribia desde la pizarra. Experto en cuidar cada detalle, emplazó a Parejo a lanzar al segundo palo una falta lateral que encontró la bota de Gerard Moreno. Quién si no. Indetectable para la zaga del United, apareció de la nada el mejor del Villarreal para batir a De Gea, titular para Solskjaer en una final de la Europa League en la que de repente se invirtieron los papeles.

Mal paciente cuando se ve en apuros, para el United empezó una contrarreloj. Para el equipo castellonense el 1-0 fue su mejor medicina, mancomunado de principio a fin para negarle espacios interiores a su rival, encharcado en Gdansk. Apenas se contabilizó un remate timorato de McTominay y una aproximación de Cavani, que chapoteó en el área sin suerte. Albiol, imperial, y Pau Torres, más dubitativo, redujeron al United y le emplazaron a responder en el segundo tiempo.

Con una marcha más, protestó Greenwood un penalti en una acción fronteriza con Pedraza. El árbitro archivó la queja. El United, más agresivo, encontró el empate de carambola. Tras un par de rechaces en el área, no hubo mejor cazador que Cavani para barrer la pelota a la red: 1-1. El Villarreal superó el primer tembleque con el cambio de Bacca por Coquelin. Más empaque para un equipo ante la necesidad de contrarrestar el empuje de un United mucho más motivado.

El acoso de Bruno Fernandes y de McTominay echó atrás al submarino, que no ganó para sustos. El United hizo valer su escudo, más cómodo en este tipo de escenarios que un primerizo Villarreal. Agotó los cambios Emery y sorprendió que Solskjaer no tocara nada, hasta el final con los mismos que empezaron. Como si se tratara de un pacto entre caballeros, ambos firmaron una prórroga a la que el United llegó con más entereza en el plano físico y anímico.

El tiempo extra reanimó a un Villarreal más decidido, crecido frente a las circunstancias. En lugar de empequeñecerse se hizo cada vez más grande, quizá porque entendió que estas noches solo se viven una vez. O unas pocas. Fue mejor, pero no le dio para evitar una tanda de penaltis agónica: con pleno de todos, absolutamente de todos hasta que le llegó el turno a De Gea, que falló el decisivo. El que puede poner fin a su historia en el United. El Villarreal es eterno.¿Eres fan del Villarreal? Navegar   www.camisetasfutbolbaratases.com ¡Ponte la camiseta del Villarreal y siente este momento glorioso!

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