La Juventus se deshizo de la gloria de la historia y mantuvo al mínimo los pasos de Cristiano en la primera vuelta y vuelta. Anoche, la Juventus eliminó el partido con el aroma de la pasada temporada. En Oporto, los límites de la rectitud, a través del nivel de apoyo apoyado por Pepe y el talento de Sergio Oliveira, dejaron varado al campeón de la Serie A en los octavos de final, la segunda temporada del despacho del campeón. Lo más sangriento es que el portugués encontró la gloria en la prórroga tras jugar 60 minutos sin futbolista. La Juventus no tiene excusas para la destacada actuación de Chiesa sin que ambos anoten. Su talento no puede compensar las grandes deficiencias del equipo Pirlo (también líder de la Serie A hasta ahora) ha agotado su reputación. Puede que sea legendario.[Camisetas de futbol 2020]

Al inicio del partido, el potente cabezazo de Morata fue bloqueado por Marchesín y la Juventus completó una pésima primera parte. Su fútbol es lento, plano, predecible y monótono. Pasó el balón con fuerza sin asustar al Porto. Y cuando se cansó de hacer esto y trató de cruzar la cruz, la situación empeoró, porque ninguno de ellos logró la precisión necesaria para que alguien completara el juego. La gota que colmó el vaso para la Juventus fue el claro penalti cuando Demiral cometió la conversión de Taremi y Sergio Oliveira, lo que obligó al equipo de Pirlo a marcar tres goles.

Las cosas no empeorarán después del descanso, así que las cosas mejorarán. La Juventus conspiró para aprovechar el espacio que dejaba el Oporto entre la zaga y el portero para encontrar más centros frontales en el área. Así marcó Chiesa dos goles, el primero de ellos tras la inteligente salida de Cristiano. Después de que el delantero iraní sacara el balón tras ver la falta, la segunda amarilla fue expulsada de Taremi. La primera vez que lo había visto hacía dos minutos. Cualquier enojo que Sérgio Conceiçao tenga hacia él, por grande que sea, no será suficiente.www.camisetasfutbolbaratases.com